martes, 31 de enero de 2012

Frente al espejo y los demas.

Te pasas un día  frente al espejo pensando lo que vas a decir imaginando, cada una de las palabras que vas a decir y las caras que vas a poner. Imaginarte que tenes la razón en alguna charla, saber todas las palabras que va a decir la otra persona. Pero después de todo eso, nada pasa.
No decís nada de lo que pensaste, no haces ninguno de los gestos que hiciste delante del espejo y a veces (casi siempre) te quedas sin palabras.
En estas situaciones ya me olvide de todo lo que había pensado, ya no se nada y estoy viendo a la persona a los ojos, es diferente que mirarse a uno mismo. Mirar a la persona te hace mas frágil, no podes mentir, no podes. En ese momento soy yo, sin hacer  morisquetas en el espejo...

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